sábado, 7 de julio de 2012

Cada siglo se repite la Historia en España


*Por Ángel Rico
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Cuando se repiten los mismos vicios se llega a las mismas consecuencias, esta máxima médica queda demostrada con la lectura de los libros “Sangre en la calle del Turco” (José Calvo Poyato) y “El cirujano de hierro – La dictadura de Primo de Rivera, 1923-1930” (Shlomo Ben-Ami). La mezcla de una monarquía imperfecta, --por acciones u omisiones--, la demagogia sindicalista,   las interesadas peticiones catalanistas, un parlamento con un puñado de políticos corrompidos, un gobierno débil sin liderazgo, y una sociedad ovejuna dan como resultado “un sentido colectivo de frustración” (Unamuno). Porque esa suma de hechos, siempre, produce un Estado despótico y caciquil del que se favorecen una casta de familias y colectivos, al beneficiarse de ese Estado enfermo, y al que nadie quiere servir, formado por un sistema administrativo laberíntico, parásito e ineficaz, con una población de millones de funcionarios al que los contribuyentes, tras privarse de otras cosas, deben mantener.
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Un sencillo viaje por la Historia de España nos recuerda que el tipo de  frustración actual, la vivieron nuestros antepasados al principio del siglo XX. Donde los protagonistas de la desviación del Estado ya eran los mismos, y si usted, respetado lector, me corrige indicándome que esos vicios empezaron a practicarse en España un siglo antes, sin dudarlo le daría la razón. El rastro de la historia Borbón así lo demuestra, no mejorando sus sucesores con los genes del “puigmoltejo”.
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Bueno ¿y ahora qué hacemos? Porque en el pasado conocemos el protagonismo directo del General Juan Prim, que para salvar entonces al Estado consiguió, tras la Revolución de 1868 “la Gloriosa enviar al exilio a la “Isabelona, fondona y golfona” (cante popular) trayendo, a costa de su vida, al sufrir Prim un atentado el 27 de diciembre de 1870,  un rey de Italia, Amadeo Fernando María de Saboya, que  durante algo menos de veintisiete meses reinó en España como “Amadeo I”. Y en 1923,  Primo de Rivera que, con la aquiescencia de Alfonso XIII, instauró una dictadura con la excusa del siguiente Manifiesto:
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--Españoles: Ha llegado para nosotros el momento más temido que esperado [...] de recoger las ansias, de atender el clamoroso requerimiento de cuantos, amando la patria, no ven para ella otra solución que libertarla de los profesionales de la política, de los hombres que por una u otra razón nos ofrecen un cuadro de desdichas e inmoralidades que empezaron en el 98 y amenazan a España con un próximo fin trágico y deshonroso. La tupida red de la política de concupiscencias ha cogido en su malla, secuestrándola, hasta la voluntad real. Con frecuencia parecen pedir que gobiernen los que dicen no gobernar, aludiendo a los que han sido su único, aunque débil freno, y llevaron a las leyes y costumbres de la época ética sana, el tenue tinte de la moral y la equidad que aún tienen; pero en realidad se avienen fáciles y contentos al turno y al reparto y entre ellos mismos designan la sucesión. Pues bien, ahora vamos a recabar todas las responsabilidades y a gobernar nosotros u hombres civiles que representen nuestra moral y doctrina. Basta ya de rebeldías mansas, que sin poner remedio a nada, dañan tanto y más a la disciplina que está recia y viril a la que nos lanzamos por España y por el rey. Este movimiento es de hombres: el que no sienta la masculinidad completamente caracterizada, que espere en un rincón, sin perturbar los días buenos que para la patria preparamos. ESPAÑOLES, ¡VIVA ESPAÑA Y VIVA EL REY!—(sic)
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Como le decía, respetado lector, al principio de estas notas  la Historia se repite en España, y al no ser previsible un golpe de Estado para enderezar el rumbo, surgen voces que pretenden representar el sentir del Pueblo, desde el movimiento 15-M, con infinidad de incongruencias en sus mensajes lo que les convierte en inservibles, y la aparición de partiditos políticos que se postulan para ser quiénes consigan cambiar todo lo que está mal, sin querer darse cuenta que para, como hizo el Presidente Suárez: --pasar de la Ley a la Ley--, es necesario que los dos grandes partidos políticos de la actualidad, PP y PSOE, se pongan de acuerdo para cambiar la Constitución, como indica la propia Constitución, en el Título X.
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A saber: para modificar la carísima estructura del Estado, mediante la reforma constitucional, hacen falta “tres quintos de ambas Cámaras” es decir, 210 diputados y 159 senadores, en la actualidad la suma de ambos partidos son 295 diputados y 226 senadores.  Modificación que no será posible si  no hay un compromiso tácito de los dos partidos mayoritarios, y el ejemplo del PSOE en la oposición no induce a pensar que tal acuerdo sea posible. En ese caso, ¿qué puede hacer un gobierno solo con mayoría absoluta? Respuesta: Empezar por cambiar la Ley Electoral y mejorar la comunicación a la sociedad, para explicar a los ciudadanos el por qué se tienen que hacer las cosas que son precisas.
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Para una nueva la Ley Electoral, pensando en la reforma constitucional, hay varias alternativas como, por ejemplo, reducir el número de diputados a 300, la circunscripción única de todo el país donde se eligiesen 250, y como ocurre en Grecia y para que el país fuese gobernable, que el partido que más diputados obtuviese en las elecciones tuviese un premio de 50 diputados adicionales. Aprobada dicha Ley Electoral, se disuelven las Cortes y se convocan elecciones para reformar la Constitución, mientras se gobierna una nación  en crisis de valores y con la Hacienda Pública en bancarrota. Ante tal modificación ¿Quiénes estarían en contra? Respuesta: --Los que siempre estuvieron en contra de España, los nacional separatistas.
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Para  pasar de la Ley a la Ley, hace falta un liderazgo político y social que hoy no percibo  en Mariano Rajoy, por tanto la otra alternativa es que, de igual forma que en 1827 las Cortes le otorgaron a Amadeo Fernando María de Saboya la corona, para que tratase de hacer gobernable la España de entonces, hoy le otorguemos dicho poder a Angela Merkel. De no ser así, la hemorragia nos irá debilitando hasta que sea imposible que retomemos el rumbo de forma colectiva.
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…He dicho!
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*Es Presidente del Instituto Hispano Luso

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