*Por Ángel Rico
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La mitología griega atribuye a Zeus, ser el más poderoso, al ejercer, al mismo tiempo, de: –dios del Universo, de los fenómenos
atmosféricos, padre y rey de la familia de los dioses, protector de la familia
de los hombres, de los grandes fenómenos atmosféricos, el guardián del Estado,
la sociedad y las leyes, así como defensor de los huéspedes, extranjeros e
invitados, vengador de injusticias, vigilante de los juramentos,
los negocios y castigaba a los comerciantes deshonestos, siendo el portador de
la libertad— Zeus, era un tipo efectivo, pero con un tanto
de mala leche (si se me permite la observación) por la ocurrencia de meter en
una caja todos los males posibles, y que luego la curiosidad de Pandora, al abrirla, nos llenase el
Universo de las consecuencias del mal y
la mediocridad, no le hacen muy simpático, en mi opinión.
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Algunas personas, en política, actúan pretendiendo remedar a Zeus, y los resultados de intentar
desarrollar, al mismo tiempo, diversas responsabilidades públicas, evidencian
que –no son Júpiter, ni nada
parecido--, sino humanos con las debilidades aparejadas.
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He manifestado en numerosas ocasiones lo que pienso de María Dolores Cospedal, y lo escrito en
el pasado, no me permitirá mentir en esta ocasión, a saber: --Creo que Cospedal, sería una excelente Secretaria General del Partido Popular,
si tal responsabilidad la desempeñase en exclusiva. Considero que Cospedal, sería una magnífica Presidenta del Gobierno de Castilla-La
Mancha, si tal compromiso, lo hiciese sin otras distracciones. Pero, al no
disponer de la humildad suficiente, y empeñarse en realizar varias obligaciones
al mismo tiempo, los resultados del conjunto de su actividad y de cada una de ellas, son
los que todos conocemos--. A los que nacimos en La
Mancha , nos enseñaron aquello de “quien mucho abarca,
poco aprieta”. A Cospedal, por lo
que estamos viendo no.
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¿Se
imagina usted, respetado lector, el supuesto de: --que el consejero delegado de
una de las empresas más importantes del país, propusiese a la junta general de
accionistas el nombramiento de una “directora general” con el objetivo de
mejorar la imagen de la empresa y aumentar los resultados comerciales, mediante
la captación de nuevos clientes y que, una vez en el puesto, la directora
general presentase como resultado, además de no haber conseguir un aumento de
las ventas, hubiese puesto en duda, ante la ciudadanía, la gestión y
honorabilidad de una parte de los accionistas más importantes de su empresa, así
como la calidad de los productos de la empresa, con la consiguiente caída del
valor de las acciones comercializadas en bolsa?
Es previsible, que los accionistas, de esa hipotética empresa, se
preguntasen: --¿Para esto nombramos a la actual directora general?
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Algo
similar es lo que está ocurriendo, en la actualidad, en numerosos cenáculos y reuniones con asistencia de cargos, acólitos y
seguidores del PP que, atónitos y
confusos se preguntan: --¿Es la derrota, el desprestigio y la vuelta de los social-comunistas
al gobierno lo que aportaremos a la
Historia de España, como resultado de tan mala
dirección del partido?— Oyéndose el murmullo general como respuesta, pero
ninguna consigna que pudiera aportar algo de esperanza ante tanta neblina y
falta de expectativas políticas.
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No
solo son el “Financial Times” o la
revista “The Economist” quienes
sugieren que hay que asumir responsabilidades por los “sucios secretos del PP” (sic); son numerosos, entre los muy
incondicionales del PP, los que
opinan que –así no se puede seguir— y que es necesario delimitar el contagio de
la enfermedad. Es obvio, que una vez
superada la actual crisis de ética, de principios y de objetivos, los
protagonistas políticos que permanezcan en escena no serán los mismos de la
actualidad. Harán falta otros personajes, que no crean que –el fin justifica
los medios--. Entonces será el momento
de comprobar quienes tienen grandeza de espíritu, que como nos enseñaron los
clásicos: --la grandeza se mide por la capacidad de reconocer los errores--.
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Hasta
el momento, nadie ha reconocido un error, e insisten en el sostenella
y no enmendalla, esperando que el tiempo y la poca capacidad analítica,
llenen de polvo la memoria política del respetable. Cuando la realidad de los datos económicos,
se empeñan a cada momento, en mostrar que los resultados son manifiestamente
mejorables, tanto en uno como en otro escenario.
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En
la actualidad no es necesario recurrir a las “profecías del oráculo de Delfos” para concluir que hay que cambiar
la táctica seguida por el partido político que apoya al Gobierno de España y, entre otros, al de Castilla-La Mancha. De no hacerlo, y hacerlo pronto, el desastre de
los resultados políticos, tendrán una responsable a los ojos de la mayoría.
Intuyo que es lo que, diría Pitia.
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Para
seguir siendo protagonista en la política del futuro, habrá que aplicar la
teoría de Sócrates –“Conócete a ti
mismo”—Y empeñarse, en que todo siga igual, será el mejor síntoma de que si las
cosas son como son es, porque con los actuales protagonistas, no pueden ser de
otra forma.
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…He dicho!
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*Es Presidente del Instituto Hispano
Luso
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