lunes, 15 de julio de 2013

Yo me acuso de “no creer” la postura oficial del “Barcenasgate”

*Por Ángel Rico
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Es conocido, del Evangelio de Juan 20:24-29 que: --Aunque  a Tomás se le anuncia la resurrección de Jesús, se niega a admitirla: “Si no veo en sus manos la señal de los clavos y meto mi dedo en el lugar de los clavos, y meto mi mano en su costado, no creeré / (29) Jesús le dijo: Porque me tienes visto, Tomás, creíste; bienaventurados lo que no vieron y creyeron”— Ergo, si Tomás necesitó “ver para creer” y, por el Maestro, fue perdonado; un servidor, que es consciente de todos los apartados que Rajoy ha incumplido del “Programa Electoral del PP-2011 –espero ser merecedor del perdón, por no tener argumentos para creer ahora, a quien viene incumpliendo todas sus promesas electorales desde el 21 de diciembre de 2011. ¿Por qué debo creer ahora, a quien me está mintiendo desde su acceso al gobierno?
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Dicho lo cual, le confesaré a usted, respetado lector, que días atrás pregunté a mis hijos, por el motivo que forzó la dimisión del Presidente Nixon en Estados Unidos e, ipso facto, respondieron: --“Por el escándalo Watergate”--, siendo necesario hacerles ver que: --Técnicamente lo que obligó a Nixon a dimitir, no fue tanto el Watergate en sí, cuanto mentir sobre el propio escándalo, porque, Nixon y su equipo conspiraron para ocultar que se cometieron los hechos, forzando las cosas hasta tal extremo que, ante la evidencia del “Impeachment o proceso de destitución presidencial” y cumpliéndose el aserto de que, en Estados Unidos, ningún hombre, ni siquiera el Presidente, es tan importante o poderoso como para escapar a la seriedad de la Ley, Nixon decidió dimitir--.
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Tras la dimisión de Nixon, este confesó: --Mis colaboradores han podido verme activo y sereno durante la crisis, y es que los que me conocen saben que cuanto peor se pone la cosa, más tranquilo me pongo— (sic). Al escuchar este párrafo mis hijos sonrieron, no puedo garantizar el motivo, pero intuyo que debieron imaginar alguna similitud con protagonistas de la actualidad.
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Lo que más enfadó, entonces, a los ciudadanos de Estados Unidos, fue que –todos los hombres del Presidente, la “unidad secreta de los fontaneros”  creada de forma clandestina al efecto, de ocultar los hechos, con decisiones totalmente sectarias decididas secretamente en el Despacho Oval--, se confabulasen para ocultar lo ocurrido.
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Los que conocemos aquellos hechos históricos, nos resultan familiares ciertos tics que se están evidenciando ahora. Y, me permito opinar que: --tan injusto es defender que “los (presuntos) delincuentes siempre mienten”, como defender que “los políticos siempre dicen la verdad”. Verbigracia, me explicaré; si a las 11,45 horas a un delincuente se le pregunta ¿qué hora es? Y este (el delincuente) responde que “las doce menos cuarto”, el delincuente estaría diciendo la verdad. Y si ante la misma pregunta a un político, este respondiese: --Esa es una cuestión a la que me gustaría contestar con la mayor transparencia y el mayor rigor posible, son “las cuatro y veinte de la tarde”-- el político estaría mintiendo. Por lo que hay que defender que –la verdad es la verdad, la diga un delincuente o un político--.
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Dicho lo anterior es comprensible el distanciamiento de la sociedad de la clase política. En la actualidad el PP se ha convertido en un partido “logocéntrico” (tendencia donde las palabras y los discursos son más importantes que los hechos). Se esgrimen las grandes palabras, en discursos bonitos, olvidando que deben ir acompañados de los hechos. Los acólitos del PP de Castilla-La Mancha, me afean que, un servidor, repita las promesas de Cospedal en su discurso de investidura, a saber: --Ser honesto es aceptar que el reconocimiento de un error es la posesión de la nueva verdad. Les anuncio los tres grandes objetivos de mi política económica: El primero es la creación de empleo. El segundo es la creación de empleo. Y el tercero es la creación de empleo. Mi gobierno creará un marco abierto a las iniciativas de los ciudadanos, donde reinará la libertad, la confianza, la seguridad jurídica, el estímulo a la inversión y a la creación de empresas(Cospedal dixit)
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Los hechos son amores y no buenas razones, decían los clásicos: El resultado a aquellas políticas palabras, de Cospedal,  son: --Hoy 52000 parados más que en aquel momento y un inexistente marco para el estudio y potenciación de proyectos creadores de empleo— Los enfados de los, muy, seguidores del PP no deben dirigirse a quienes recordamos las palabras de sus líderes y evidenciamos los incumplimientos. Los enojos, a mi juicio, deben dirigirse a aquellos políticos suyos que tras pronunciar: -- esa es una cuestión a la que me gustaría contestar con la mayor transparencia y el mayor rigor posible—y posteriormente sus hechos, son contrarios a las promesas. Porque hacer lo contrario de lo que se promete, se llama mentir. Y en países con democracia arraigada, los políticos que mienten son obligados a dimitir.
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Mientras no vea que las palabras de Rajoy y Cospedal, se ajustan a la realidad, me permito acogerme a la quinta enmienda y recordar al apóstol Tomás, sin que sea necesario que Carl Bernstein o Bob Woodward, nos presenten “The Smoking Gun” de las, inconfesables, conversaciones entre Rajoy y Barcenas.  
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…He dicho!
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*Es Presidente del Instituto Hispano Luso

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