*Por Ángel Rico
.
En
las próximas elecciones generales, lo previsible será que: --ninguno de los
partidos políticos actuales consigan la mayoría suficiente para gobernar en
solitario--, lo que obligará, a los partidos mayoritarios, a llegar a pactos
con los partidos nacional separatistas que conocemos para conseguir formar
gobierno. Lo que induce a pensar que, los resultados de esos egoístas apoyos
serán caros y perjudiciales para la mayoría de los españoles.
.
Llegados
a esta conclusión, surge la pregunta: --Para evitarlo ¿qué es lo que habrá que
hacer? Y, sobre todo, ¿cómo hacerlo?--. La más simple de las conclusiones nos
lleva a que –urge constituir un nuevo partido político o plataforma filosófica
que, llegado el momento, ofrezca apoyo a cambio de las reformas que necesita la
actual situación--, porque España no
aguantará, lo que resta de esta legislatura, más otra legislatura análoga, con
la actual mentalidad y composición política.
.
Es
obvio que, un partido de nueva creación, no conseguirá los apoyos suficientes
para gobernar por sí mismo. Los anodinos
resultados electorales obtenidos en el pasado, por aquellos partidos que nunca
llegaron a conseguir apoyos suficientes, indican con claridad que es lo que hay
que hacer. A saber, llegar a pactos coyunturales, mientras se avanza hacia los
objetivos fundamentales.
.
¿Cuáles son los fundamentales objetivos? A mi juicio: --reformar la “Organización Territorial del Estado” eliminando los organismos
innecesarios, para que España sea un
país razonable, no tan caro de sostener, donde llegue a existir verdadera
independencia judicial, y en el que todos seamos iguales ante la Ley y ante los impuestos--.
.
Con
unos ciertos complejos de inseguridad política, los nuevos partidos y
plataformas, como: --Alternativa
Española; Reconversión; Democracia y Libertad Popular; Sociedad Civil y
Democrática; Ciudadanos de Centro Democrático, etc.,— pretenden, cada cual
por su camino, el apoyo de una sociedad que les mira con recelo, intuyendo que
buscan el –quítate tu para ponerme yo— lo que, de no cambiar de actitud y de
estrategia, les llevará a no conseguir resultados electorales suficientemente
motivadores para sus seguidores, en particular y, para la huérfana sociedad, en
general. Introduciendo a todos en una profunda melancolía.
.
La
situación es tan grave que se necesitan gestos de valentía. Los personalismos,
en los partidos y plataformas indicados, están de más. Valorándose la renuncia
de los actuales líderes, a encabezar el resultado obtenible, para llegar a
conseguir la fuerza de la unión de esos –y otros similares—partidos políticos
nuevos. Los objetivos generales deben ser más importantes que los personalismos
individuales. El nuevo partido, --o propuesta política-- debe ser un instrumento
para conseguir los objetivos indicados, y nunca un fin en sí mismo, para satisfacer las ambiciones personales que,
hipotéticamente, se pudieran haber perseguido y nunca alcanzado.
.
Los
mensajes –de esta nueva oferta política-- deben ser claros y diferenciadores de
los de otros partidos políticos, y proponer, por ejemplo: -- la eliminación del
Senado; la devolución al Estado de las competencias en “Educación, Sanidad y Justicia”; reformar,
la Ley Electoral , para que
el Congreso tenga 300 diputados (en
lugar de los 350 actuales) elegidos en listas abiertas, donde los aspirantes a
presidir el gobierno deberán ser
elegidos en elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias; que se racionalizará la Organización
Territorial del Estado;
y se eliminarán las subvenciones a partidos políticos, sindicatos y patronal,
etc.—
.
Con
estos mensajes se tendrá claro que: --no se recibirán votos por parte de la casta política, sindical y empresarial,
pero se tendrá un importante apoyo electoral del resto de ciudadanos civiles
que, en su fuero interno, piensan que esas propuestas son razonables--.
.
Escuchar
al, todavía, Presidente del Gobierno,
decir que: --no hará cambios en su equipo de gobierno, mostrándose “muy
satisfecho” con el Gabinete, de los que ha destacado el “sacrificio, pundonor y
coraje”--. Indica que: --Es urgente la reforma política--. “Estoy muy
satisfecho con los ministros del área económica” ha dicho, aunque parezca
increíble. ¿Cómo puede estarse satisfecho con los mediocres resultados de su
gobierno? Usted, respetado lector, ¿lo entiende? Millones como usted, y un
servidor, tampoco.
.
Es
insultante pedir “paciencia” a un país con seis millones y cuarto de
desempleados, mientras desde la dirección del gobierno, se continúa tocando una
tediosa melodía con el violón desafinado. Esa ofensiva autocomplacencia de Rajoy, es la mejor demostración de que:
--Hay que hacer, de forma urgente, lo que debe ser hecho--.
.
…He dicho!
.
*Es
Presidente del Instituto Hispano Luso
No hay comentarios:
Publicar un comentario