*Por
Ángel Rico
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El DRAE a la palabra “confianza” le atribuye la acepción
siguiente: -- Esperanza firme que se
tiene de alguien o algo— Analizando
los resultados del Gobierno de Castilla-La Mancha, conviene recordar que
–la confianza es lo único que no se puede ganar con palabras— y ya es
hora de empezar a ver resultados positivos del gobierno, resultados que no
pueden ser presentados en diferido, sino en tiempo real.
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Yo, critiqué con vehemencia, al anterior gobierno y en mis críticas predominaba
la creencia de que era, precisamente, aquel gobierno el responsable de los
malos resultados económicos, sociales y de valores que padecía la sociedad
española. Con la misma vehemencia hice campaña pública y privada a favor de “Cospedal
para dirigir el gobierno de Castilla-la Mancha”. Sin duda, aquella
campaña nuestra fue más seria, más creíble y más eficaz –por lo que tenía de neutral-- que la
inexistente de algunos consejeros del actual gobierno; por ello, ahora cuando Cospedal,
en relación a asuntos oscuros que afectan al partido político que ella dirige,
pronuncia la frase: --“Algunos han dejado huellas que nos avergüenzan”—tengo que
confesar que, como no haya un cambio de estrategia en el gobierno regional que
ella dirige: --“Algunas dejarán huella que nos avergonzarán”— El DRAE, atribuye a la palabra “Vergüenza”
la acepción: -- Turbación
del ánimo, que suele encender el color del rostro, ocasionada por alguna falta
cometida, o por alguna acción deshonrosa y humillante, propia o ajena-- Y
si, desgraciadamente, así fuere, así lo diremos.
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La “mediocricida” forma de
gobernar en sectores como “el empleo”, “la agricultura”, “la industria y energía” es lo que está
provocando la desconfianza de la mayoría de los que otorgaron los votos
suficientes para gobernar; ciudadanos que hoy se preguntan: --¿para esto le
dimos la mayoría absoluta?--. Porque son mas el número de desempleados generados en este gobierno, que
el de votos por los que el PP consiguió el poder de Castilla-La
Mancha para gobernar.
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Expresar satisfacción por legalizar pozos que, de acuerdo con la
legislación vigente, eran ilegales; legalización política que provoca
diferentes interpretaciones jurídicas; o, indemnizar los daños producidos por
lobos en la ganadería, puede estar bien. Pero son claramente insuficientes,
para mostrar la satisfacción gubernamental por el deber cumplido. El Banco
de España dice que a final de 2013, tendremos más de un 27% de paro a nivel nacional, y un 32% en Castilla-La Mancha, lo que
no induce al optimismo.
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Ante previsiones tan poco halagüeñas ¿por qué hay tanta indolencia
en el Gobierno? ¿por qué tanto distanciamiento, incluso, ante los suyos? El
discurso de Cospedal de --“si los ciudadanos no nos proporcionan su
confianza nos iremos a la oposición habiendo cumplido con nuestro deber”--, es la retórica del perdedor conformista.
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En Castilla-La Mancha no se necesitan perdedores, sino líderes que
crean que pueden proporcionar más prosperidad a sus ciudadanos, que crean en
ello, transmitan esa creencia y demuestren, con el ejemplo y la colaboración de
todos, que el objetivo se conseguirá. Los ciudadanos en paro, los autónomos y
los pequeños empresarios, no disponen de otra alternativa que el éxito; el
puerto alternativo y seguro, de la oposición, más los puestos remunerados de senadora regional y secretaria
general del partido que, en caso de ser
derrotada en las próximas elecciones, disfrutará Cospedal, es algo que
el común de los ciudadanos no podemos permitirnos. Por ello aspiramos al éxito
o al éxito, no tenemos otras alternativas. Y quienes gobiernan deben recordar
que: --La confianza no se gana, … se pierde--.
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Por tanto, no es admisible que la máxima aspiración del Gobierno de Castilla-La
Mancha sea aguantar como fuere hasta las próximas elecciones y luego Dios
dirá, esperando que, mientras tanto, sea el Espíritu Santo quien logre
los éxitos que los ciudadanos necesitan, porque es evidente que el Santo Espíritu
tiene otras ocupaciones, para no suplir lo que corresponde hacer a Cospedal
y su gobierno.
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Para el gobernante debe ser más importante la autoridad moral demostrada
con el ejemplo, que la pretendida por el relumbre de un cargo del que sus
votantes, en la primera ocasión, le despojarán.
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Permítaseme utilizar a Cervantes cuando escribió: --Y dejemos esto aquí, Sancho; que si
mal gobernares, tuya será la culpa, y mía la vergüenza; mas consuélome que he
hecho lo que debía en aconsejarte con las veras y con la discreción de mi
posible: con esto salgo de mi obligación y de mi promesa--.
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…He
dicho!
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*Es
Presidente del GEA&GEA
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