.
Decía
Robert Owen que: --“Sin coherencia no hay ninguna fuerza moral”--.
Por tanto debe ser la coherencia lo que mueva esas nuevas formaciones y
movimientos políticos que están debatiendo sobre participar, o no, en la
actividad política para provocar con sus propuestas, que la cosa pública deje
de apestar a corrupción y a podredumbre. La coherencia debe ser lo primero que
deben transmitir a los ciudadanos que quieren conseguir para su causa; sin
coherencia, más temprano que tarde, acabarán siendo arrinconados al lugar del
“todos son iguales”.
.
Las
fuerzas políticas emergentes, deben caracterizarse por tener claros: --el
rumbo, el lugar del espectro político que se quiere ocupar, por tanto, el
electorado que se pretende conquistar y, finalmente, el tiempo que se está
dispuesto a invertir para que su esfuerzo tenga resultados políticos
tangibles--. No es lo mismo pretender conseguir los cambios políticos al
estilo, por ejemplo, --de los “indignados del 15M” - “la Plataforma Anti Desahucios” ó el “Partido Comunista Revolucionario”—. Es decir, por las bravas, que
pretender conseguir los cambios yendo “desde
la Ley a la Ley ”. Aunque lo anterior
parezca una perogrullada, es fundamental tenerlo claro, para saber quienes deben
ser los compañeros en ese viaje, ergo, con quienes no se debe contar en ningún
momento, para engrosar las filas de sus adeptos tipo.
.
El
común de los ciudadanos descontentos, exigen tener claro: --qué cosas se
defienden y qué cosas no--. Es importante saber divulgar las reformas que se
pretende realizar; obviamente si es un partido de nueva creación, tendrá que
hacerse en coalición con otros. Porque pretender realizar en solitario los
cambios legislativos prometidos, desde un partido político de nueva creación,
será una prueba evidente de que ese partido no tiene los pies en el suelo, y
que apoyar esa propuesta solo llevará a
sus nuevos partidarios a la melancolía y la tristeza. Porque como Aristóteles nos enseñó: --la política
es el arte de lo posible--.
.
¿Qué debe ser lo posible para un partido
político de nueva creación? Considerando
que, en el registro de partidos políticos del Ministerio del Interior, hay legalizados más de 3000 partidos
políticos, de todo tipo, creencia y condición, el objetivo de uno nuevo más,
deberá ser obtener entre 17 y 25 parlamentarios en el Congreso de los Diputados.
.
¿Y eso cómo se consigue? Aclarando, desde el princio, la postura política en
cuestiones fáciles de conseguir como, por ejemplo: --El partido político con mayoría
minoritaria que requiera el apoyo de esos, 17 – 25, diputados acordará como
primera medida, eliminar las ayudas a los partidos políticos, sindicatos y
patronal--. Gestos de este tipo, mostrarán al potencial electorado la
diferencia entre un partido nuevo, y los partidos establecidos y abotagados por
el Régimen. Obviamente, no se obtendrá ningún voto de sindicalistas liberados,
ni de próximos a ese pesebre, pero –¡ni falta que hace!--
.
Como
los grandes cambios políticos empiezan por un pequeño paso, seguido de otro y
así sucesivamente, habrá que proponer: --la reforma de la Ley Electoral ; la
disminución (dentro de la Constitución )
del número de diputados del Congreso
a, por ejemplo, 300; candidaturas electorales abiertas; y elección de los
líderes de los partidos políticos mediante primarias, abiertas, simultaneas y
obligatorias--. De esta forma se podrá avanzar hacia la reforma de la
organización territorial del Estado.
.
Otro
de los elementos identificativos de estos nuevos e ilusionantes partidos políticos
será –el cumplimiento de las leyes— (de
todas las leyes) Un partido que exija que otros cumplan la ley de “Déficit Público” o la “Ley de Educación” no tendrá fuerza
moral si, por ejemplo, ese partido inclumple la Ley 42/2010 –antitabaco— en sus reuniones
en establecimientos públicos cerrados, porque ¿qué nos debe hacer pensar que,
quienes justifican el “mono de nicotina” para fumar donde está prohibido, no
incumpliran mañana, pongamos por caso, la Ley de Contratos del Estado, a la hora de
adjudicar a unos amigos tal o cual contratación?
.
Por
eso es tan importante la “Fuerza Moral”
de quienes quieren sustituir a los partidos establecidos a la hora de gestionar
la cosa pública. Y el decoro se demuestra tanto en las cosas grandes, como en
las cosas pequeñas. Los mayores nos enseñaron que: --quienes son incapaces de
ser legales en lo pequeño, encontrarán excusas retóricas para no serlo en lo grande--.
.
La
condición moral de un nuevo partido político debe ser la expresión de su
naturaleza política, el sello de identidad frente a los demás. La ética y la
moral deben ser sinónimos en la política creíble, por tanto, no tiene cabida la
arbitrariedad en la actividad política pública.
.
Desde
las elecciones primaras hasta las elecciones generales, los votantes, y no el
aparato de los partidos, deben tener el máximo poder, para ser quienes
realmente decidan.
.
…He dicho!
.
*Es Presidente del Instituto Hispano
Luso
No hay comentarios:
Publicar un comentario