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El gran número de votantes descontentos
con la deriva de los enfermos partidos políticos mayoritarios, favoreció la aparición
de otras alternativas centradas en la renovación, con propuestas como: --“elecciones
primarias obligatorias” donde cada afiliado tenga un voto, “listas abiertas”
para que sean los electores quienes elijan a sus representantes, en lugar de
los aparatos del partido y, que la financiación de los partidos, los sindicatos
y la patronal se realizase a cargo de sus afiliados y simpatizantes, etc--.
Propuestas ilusionadoras para un respetable ávido de promesas creíbles.
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Para ocupar ese puesto en la esperanza
de los electores han surgido partidos y plataformas, como: --“Reconversión”, “Democracia y Libertad Popular”, “Sociedad Civil y
Democrática”, “Partido para la Regeneración de la Democracia Española” entre
otros— Los principios filosóficos de
todos ellos son similares, y muchos nos preguntábamos ¿por qué no conformar una coalición electoral con posibilidades ante
las próximas elecciones generales? La respuesta era –que los personalismos
de los líderes de las mencionadas alternativas políticas, imposibilitaban tal
posibilidad. Tal posibilidad es "la tercera vía".
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Con la dimisión de Mario Conde, del cargo de Presidente de Sociedad Civil y Democrática, y del Secretario General de ese
partido, Daniel Movilla, se
facilitará el necesario diálogo para conseguir la coalición política
alternativa, que sirva de instrumento para bajar la soberbia de los partidos
mayoritarios. Es de esperar que cunda el ejemplo, en el resto de partidos
potencialmente coaligables, y que sea
la mayoría del conjunto quien elija a sus representantes.
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En esta situación de la partida política,
la pregunta es: --¿Quién le pondrá el
cascabel al gato, iniciando los
contactos para ese fin?--. Porque, crear instrumentos políticos irreprochables,
con personas ilusionadas, pero que a la
hora de la verdad, el resultado electoral de cada una de esas nuevas propuestas
políticas será intrascendente para reformar los vicios que conocemos, llevará a
los electores a la melancolía. Y ese
peligro no se puede permitir, y en caso de que –la arrogancia— de algunos prestigiosos
personajes impidiese la necesaria coalición, deberán ser conscientes que los
electores no perdonarán que el engreimiento de unos pocos, se ponga por delante
de los intereses de España.
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Otra cuestión a tener presente es, que los
electores no contaminados políticamente, viajan por las páginas webs de estos nuevos
partidos y plataformas, tratando de
enterarse de las iniciativas políticas de cada cual. Y, en algunos casos, además
de la noticia que informa de su nuevo representante en, pongamos por caso, “Peralejos de las Liebres”, no se ahonda
en asuntos políticos para el debate. Algo que debe ser resuelto por quienes
corresponda; porque ir marcando las diferencias políticas empieza a ser
urgente. Deben dar a conocer, --sus propuestas, sus propuestas y sus propuestas--,
para que los simpatizantes vayan en aumento. De no hacerlo, surgirá la duda
¿Por qué deben apoyar a este, en lugar
de apoyar al otro?
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Son conocidos los pecados de la casta
política actual, sus excesos y su distanciamiento de la España real; donde la mayoría viven hipnotizados por unos datos que
manipulan y manipulan, para justificar la necesidad de su presencia en la pirámide
de personajes políticos, lo cual es malo. Pero también sería malo que las
nuevas propuestas permanezcan demasiado tiempo en el cesto. Recordando a Chesterton: --“La idea que no trata de
convertirse en palabras es una mala idea;
la palabra que no trata de convertirse en acción es, a su vez, una mala palabra”--.
Lo que estimula a la gente son las “ideas”
y lo que marchitará a las nuevas propuestas será que sus “ideas” no sean conocidas, y deben darse a conocer con la acción y
con la palabra.
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Los nuevos dirigentes deben saber que un
partido político no es un grupo folclórico, que puede vivir para adentro de sí mismos. Un partido político
debe estar en la calle, debe transmitir ideas, ilusiones, proyectos posibles y
diseñar el camino para que sea posible poder ir de “la Ley a la Ley”.
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¿Qué
es primero, tener mucho apoyo para presentar las “ideas”? O ¿Presentar las “ideas”
para tener mucho apoyo? Yo soy de la opinión, que la segunda alternativa es
primero. Las “ideas” son las que mueven el mundo; las “ideas” nuevas y posibles, son las que compondrán las próximas Cortes Españolas, las “ideas” que no se expongan a tiempo, es
decir –ahora— serán solo los sueños de
una noche de primavera. Lograrlo, no solo, dependerá de los ciudadanos
anhelantes de proyectos políticos a los que apoyar, sino que, dependerá de un
perfecto conocimiento del –qué es lo que hay que apoyar— y eso le corresponde a quienes figuran
actualmente en la estructura de los nuevos partidos políticos. Los ciudadanos están
a la espera de ver que hay un proyecto político nuevo, que les anime a salir de la muchedumbre y
ponerse a trabajar.
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…He
dicho!
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*Es
Presidente del Instituto Hispano Luso
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